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Frente a la crisis sanitaria del Covid-19 como organizaciones sociales hemos debido enfrentar un gran número de interrogantes relacionadas a nuestra subsistencia y a la permanencia de nuestros servicios. En este período de cuarentena he tenido la valiosa posibilidad de conversar con muchas organizaciones que hoy se re-plantean sus funciones, su estructura, y buscan el cómo sobrevivir. Los números no hablan en vano. De acuerdo al último estudio de Pwc publicado este Junio 2020, un 38,7% de las OSFL considera que deberá cerrar programas, y un 15% entrar en estado de hibernación o cierre. Un 63,5% señala que no cuenta con el flujo de caja suficiente para 2020. Además, el 68,4% percibe que la pandemia afectará sus posibilidades de prestar servicios o desarrollar proyectos y el 58% de las OSFL ve la necesidad de reinventarse.
Respecto de esta reinvención quiero compartir unas breves reflexiones, que si bien no son la solución a los problemas que nos aquejan, nos pueden ayudar en este camino de “re-pensarnos” por el que estamos pasando como sociedad civil:
La primera reflexión es la tremenda importancia de la ciencia para el desarrollo de la humanidad. El conocimiento y descubrimientos científicos han tomado relevancia y reconocimiento a nivel mundial, así como las invenciones relacionadas a equipamiento hospitalario. Científicos, usualmente invisibles en sus laboratorios, profesionales de la salud, entre otros, son los nuevos héroes y heroínas, y eso representa una oportunidad para las OSFL que trabajan en este ámbito. Es hoy su momento de crecer, porque los ojos del mundo están puestos sobre ellos.
La segunda reflexión se relaciona con el entorno familiar. Probablemente durante los próximos dos años viviremos muchas cuarentenas, tal vez no permanentes pero si decretadas cada cierto tiempo. Lo que nos obligará a vivir más encerrados, en nuestras casas y a compartir de forma más estrecha con nuestro núcleo familiar. Esto dejará aún más de manifiesto la precariedad de las viviendas, del equipamiento como computadores e internet, los conflictos familiares y la violencia, entre otras problemáticas. Las OSFL que logren intervenir a partir de soluciones dentro de las familias harán una gran labor en estos tiempos.
La tercera reflexión tiene que ver con la batalla por sobrevivir. Con esto me refiero a que como sociedad estaremos luchando por no enfermarnos y no enfermar a nuestras familias, cuidando especialmente nuestros padres y adultos mayores. Me refiero también a luchar para tener qué comer. El COVID ha traído pobreza y hay familias que hoy pasan hambre, lo cual ha llevado a las comunidades a organizarse a través de ollas comunes, canastas, cajas de alimentos, entre otras. No podemos olvidar que en nuestro país un 20,7% de la población presenta pobreza multidimensional. Esto quiere decir precariedad en aspectos laborales, habitacionales, sanitarios y educacionales. De alguna forma, nos vemos en la necesidad como OSC de enfocarnos en la base de la pirámide de las necesidades. No te preocupes si por un tiempo debes dejar de entregar tus servicios anteriores para enfocarte en aspectos relacionados a la sobrevivencia. Ya habrá tiempo para repensar el quehacer de tu organización.
*Algunas personas dirán que faltan otros aspectos básicos en esta pirámide, pero pongo wifi tratando de decir que sin conectividad se nos dificulta la educación, generar oportunidades de trabajo y acceder a servicios que podemos recibir de forma remota y por tanto, cuidar nuestra salud.
Por último, un par de consideraciones: las empresas, la Sociedad Civil y el Estado con sus políticas públicas, serán fundamentales para sostener una sociedad que sufre. Pero sin lugar a duda, es la Sociedad Civil la que conoce más de cerca las problemáticas sociales y puede llegar en forma directa a quienes lo necesitan, porque tiene el conocimiento de cómo hacerlo. Esto hace aún más importante que como Sociedad Civil sobrellevemos la crisis, no sólo desde el punto de vista de los recursos, sino también con un propósito que nos haga sentido en el contexto actual. Con una misión que ayude a levantar a otros y al mismo tiempo levantar nuestra motivación, siendo nuestro motor en esta crisis. Además, el tiempo que demoremos en esto será determinante. Esta crisis se instaló con suma velocidad y nosotros tenemos también que adaptarnos rápidamente a ella. Démosle la urgencia y el tiempo que se requiera para hacer una nueva propuesta y cambiar nuestras estructuras. No nos durmamos en esta cuarentena, el mundo sigue y sus necesidades más que nunca también.
Ingeniera comercial, apasionada por las causas sociales, el apoyo a las organizaciones y las comunidades. Además de las comunicaciones y entregar mis conocimientos a otros.