¡Hola de nuevo!
Como bien sabes, la población chilena está envejeciendo, esto significa que la población de personas mayores aumenta aceleradamente, frente a esto ¿sabías que el 19% de las personas en Chile tienen 60 años o más? Cifra que evidentemente se espera que aumente en los próximos años.
Por tanto, frente a un país envejecido tal y como lo señala nuestro primer blog surgen una serie de desafíos para los estados, las organizaciones, las familias y las propias personas, centrados en la construcción de una sociedad para todas las edades.
Uno de los desafíos más urgentes se relaciona directamente con el aumento en las cifras de maltrato y discriminación vivenciadas por muchas personas mayores alrededor del mundo, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 6 personas sobre los 60 años sufre o ha sufrido algún tipo de maltrato en el último año.
Para visibilizar esta lamentable realidad, diversos organismos internacionales han ejecutado algunas acciones como lo es la creación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores promulgada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ratificada por nuestro país en el año 2017.
La Convención Interamericana es un instrumento normativo que visibiliza y reconoce a las personas mayores como un grupo vulnerable y más propenso a vivir violencia, por lo que promueve, protege y busca asegurar su reconocimiento así como también goce y ejercicio pleno de los derechos humanos. Su objetivo principal es comprometer, en este caso, a Chile en la realización de acciones concretas que permitan asegurar la inclusión de este grupo, garantizando su dignidad, participación y protección en igualdad de condiciones.
Esto, por tanto, es un gran e importante paso, pero sin lugar a dudas implica trabajo y responsabilidades no sólo para el Estado y las organizaciones, sino que también para cada uno de nosotros. En ese sentido te invito a informarte sobre los 27 derechos humanos protegidos y reconocidos de las personas mayores y así puedas identificar de qué formas puedes contribuir y sumarte desde ya, no sólo a su reconocimiento sino que aportar también a su respeto.
A continuación, te ayudaremos un poco en dicha tarea, y revisaremos en conjunto algunos de los derechos en los que podemos contribuir día a día con acciones muy simples:
1.Derecho a la igualdad y no discriminación por razón de edad (Art. 5°)
- Comienza por tener una visión más positiva de la vejez, esta etapa es de gran aporte, nuevos aprendizajes, realización de actividades placenteras o incluso adquirir nuevos roles en la sociedad.
- Procura no ocultar información en ningún ámbito, las personas mayores deben ser informadas siempre de todo lo que tenga que ver con su vida, algo muy común que ocurre es que se les oculten los tratamientos o procedimientos médicos que se le van a realizar y las consecuencias que le puedan traer.
- Si tienes que acompañar a una persona mayor al médico o a realizar un trámite, no pidas las cosas ni respondas por ellos, asegúrate que le hablen por su nombre y se dirijan a ellos, es muy común que piensen que no son capaces de responder, ignorándolos y practicando indiferencia.
- No infantilices a las personas mayores y evita tratarlos como si no estuvieran presentes, no les hables como si no comprendieran. No confundas el cariño con acciones que marquen una diferencia.
- Brinda un trato respetuoso y considerado hacia las personas mayores que conoces y las que no también, con acciones tan simples como dar el asiento en el transporte público, dar el paso en la fila del supermercado, si vas manejando y debes esperar más tiempo para que puedan cruzar la calle no te molestes, mejor espera con paciencia y empatía. Tu también envejeces día a día.
- Reduce las posibilidades de aislamiento social, no los excluyas de actividades sociales y/o familiares porque crees que no son capaces, puedes adaptar el entorno, sentarte a su lado en un almuerzo familiar, hacerlo parte de la conversación, promover que se reúna con amigos/as, entre muchas otras cosas.
2.Derecho a la vida y dignidad en la vejez (Art. 6°)
- Muestra interés por su historia de vida, genera instancias donde puedas conversar, conocer e incluso aprender de sus experiencias y vivencias. Practica la escucha activa, para esto es importante que siempre mires a los ojos cuando te hablan, si estas mirando el celular o la televisión pensarán que no le estás haciendo caso, respeta sus tiempos generando una conversación tranquila, puedes parafrasear para que comprendan que estas entendiendo lo que te quieren decir, utiliza lenguaje corporal y siempre exprésate de manera respetuosa, sobre todo si ya te contaron la misma anécdota en más de una ocasión.
- Respeta siempre su privacidad e intimidad en todos los aspectos de su vida, mantén en reserva sus cosas o temas personales si así lo desean, golpea la puerta y pide permiso antes de entrar a su habitación, o si estás frente a una persona con algún tipo de dependencia asegúrate de cerrar la puerta o cortinas cuando le vayas a brindar ayuda para sus necesidades personales como cambiarse de ropa o ir al baño, anticipa tus acciones y explica los procedimientos que vas a realizar.
3.Derecho a la independencia y autonomía (Art. 7°)
- Respeta las decisiones y opiniones que tengan las personas mayores, sobre todo si les afectan directamente, como por ejemplo dónde o con quién desean vivir, los tratamientos o procedimientos médicos a los que deban ser intervenidos, las actividades en las que deseen o no participar, entre muchas otras cosas.
- Otra forma de colaborar con la autonomía es que ellos sean quienes decidan qué quieren hacer con su dinero, quizás no pueden ir presencialmente a realizar las compras pero sí decidir que quieren comprar.
- Si sabes que utilizan lentes ópticos, audífonos, bastones, andadores, sillas de ruedas, etc. Preocúpate que éstas se encuentren siempre a mano y/o en buenas condiciones.
- Si vives con una persona mayor o eres visita constante para él/ella, verifica que el entorno les permita un tránsito seguro, que cuenten con buena iluminación, que los espacios estén libres de obstáculos, si existen alfombras que estas se encuentren adheridas al piso para evitar alguna caída, entre otras acciones.
- Si te encuentras frente a una persona con algún nivel de dependencia y debido a esto no pueden vestirse solos, puedes dejar que elijan qué ropa es la que se quieren poner, o si les dificulta trasladarse de un lugar a otro les puedes preguntar en qué lugar de la casa quieren estar o donde quieren ir.
- Procura no brindar más asistencia o apoyo de lo necesario, muchas veces por brindar ayuda o por cariño se cae en la sobre asistencia con las personas mayores, anulando la posibilidad de que realicen las actividades por sí solos.
- Mantén una buena comunicación con la persona mayor para identificar cuáles son las capacidades y fortalezas que tienen para poder reforzarlas, esto quiere decir que pongas atención en lo que sí pueden hacer, colabora en simplificar las actividades y siempre utiliza refuerzos positivos como “se que puede hacerlo” o “lo está haciendo muy bien”.
- Si convives con personas mayores, permite o intenciona la realización de actividades del hogar, como barrer la casa, poner la mesa, tender la ropa, apoyar en la cocina, estas actividades son fundamentales para fomentar la independencia en las actividades de la vida diaria.
4.Derecho a la participación e integración comunitaria (Art. 8°)
- Si conoces o vives con alguna persona mayor, asegúrate que siga disfrutando de las actividades que le gustan o sean significativas para él o ella y hazte parte de esos momentos, juega a una partida de cartas o dominó, comenta sobre la teleserie que le gusta, si le gusta tejer pídele que te haga un par de guantes, verás como les hace feliz.
- Preocúpate de fomentar la participación respecto al derecho de ejercer el voto en las elecciones gubernamentales, apóyalo en el traslado y/o acompáñalo/a, dale el puesto en la fila o si eres vocal de mesa permite que tengan atención preferencial.
- Incentiva y apoya la participación de actividades fuera del hogar, como asistir al club del adulto mayor, salir a dar una vuelta a la plaza o tener una junta con sus amigos/as del sector.
Debemos dejar de ver a las personas mayores como sujetos de protección, asistencialismo y asociados a múltiples carencias, sino más bien como personas activas que deberían poder ejercer libremente sus derechos y exigir que sean respetados.
Esto nos sitúa en un gran desafío, generar acciones que nos permitan envejecer con dignidad, calidad de vida y bienestar, reconociendo la experiencia, sabiduría y la valiosa contribución que pueden brindarnos las personas mayores al funcionamiento de la sociedad, si se cuenta con las garantías adecuadas.
Y tú ¿Cuál crees que podría ser tu aporte frente a esto?
Si te gustó el tema, te invitamos a revisar:
Ximena Moraga Ibarra
Kinesióloga y asesora técnica del proyecto Por un Bien Mayor
ximenamoraga@simondecirene.cl
