Puedes probar con estas búsquedas
1. Crea un organigrama con un área de servicios que “da” a las y los beneficiarios, y un área de convocatoria que “recibe” recursos de la sociedad.
2. Describe cada cargo con sus responsabilidades. Incluso aunque todavía no tengas a las personas. Primero describe los cargos, y luego selecciona a las mejores personas para ocuparlos. Considera también la opción de trabajar con personas que hagan voluntariado.
3. Delega, fomenta la autonomía de las personas y trabaja con un estilo democrático. Pero para que funcione, debe existir claridad en qué espacios son de discusión y qué espacios son de decisión. Es la jefatura quién toma las decisiones.
4. El directorio es la autoridad máxima de la organización. Para que sea efectivo, busca que entre sus integrantes se equilibren aspectos técnicos, administrativos, de convocatoria y recursos, de Evaluación y de relaciones públicas y aspectos legales
5. Para el directorio busca personas que sientan un fuerte compromiso con la misión. Preocúpate que conozcan su permanencia y tengan el tiempo disponible para eso, y que tengan claridad de lo que se espera de ellos.
6. Es recomendable que el directorio no supere de 7 personas, y que sea un número impar para que no haya empate en las votaciones. Como alternativa, el voto de quien preside puede valer por dos.
7. Quien funda la organización social es considerada su “alma mater”. Puede ser parte del directorio o no. Son como una moneda de dos caras: si bien suelen ser el “motor” de la institución, a menudo su presencia tan determinante trae consecuencias.
Para aprender más acerca de este y otros temas relacionados con la gestión de organizaciones sociales, descarga nuestro “Manual para construir y gestionar Empresas Sociales”
He asesorado directamente a 150+ micro y pequeñas empresas y he diseñado e implementado programas de apoyo para miles de emprendimientos. Soy Ingeniero Comercial de la Universidad de Concepción y MBA UC.