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El concepto de ecosistema surgió hace 30 años y buscó abordar el entorno de los negocios. Poco a poco, fue evolucionando hasta incorporar lo que hoy llamamos un enfoque sistémico, con el objetivo de abordar de mejor manera las necesidades de usuarios y clientes.
La palabra ecosistema proviene de la naturaleza y hace referencia a diversos seres vivos que se interrelacionan entre sí, son interdependientes y se desarrollan en torno a un mismo ambiente. Un ejemplo claro es el vídeo que ha publicado Sustainable Man, a través de imágenes sirve para entender como las ballenas afectan el clima o como la introducción de lobos permite cambiar el curso de los ríos.
Entender un ecosistema con un sistema vivo que se interrelaciona con otros actores y que estos protagonistas son interdependientes. Es decir pequeñas acciones de cada uno tiene un impacto directo e indirecto en personas u organizaciones, lo que permite comprender como puede funcionar el mundo empresarial bajo una lógica más colaborativa. Pequeños aportes en áreas de negocios puede tener un impacto grande sobre el futuro de ese emprendimiento.
A modo de ejemplo, el impacto que puede tener un apoyo pequeño en distintas etapas de un emprendimiento ya sea a través de capacitación, mentoría, acceso a créditos y nuevos canales de comercialización, lo que puede tener un impacto en la vida de las personas, ya sea por los beneficios propios del producto o servicio ofrecido.
Entender esta diversidad permite ver donde están las potenciales alianzas y cuando entrar a colaborar en el mercado. De esta forma, una mirada colaborativa permite crecer más rápido, tener más alianzas, más financiamiento, mejorar los resultados del negocio y aumentar tu impacto. Resulta clave entender relativamente bien el ecosistema de emprendimiento para saber cuándo y con quién colaborar para no perder las fichas antes de entrar.
¿Cuáles son los beneficios que permite acceder el ecosistema de emprendimiento?
A partir de una revisión en profundidad, realizada por el equipo de Simón de Cirene, relacionadas al ecosistema de emprendimiento chileno en el mundo digital:
Dentro de un ecosistema de emprendimiento es posible identificar generalmente a cinco sectores que juegan un papel importante, denominados “La Quíntuple Hélice”: Emprendedores, sector público, sector privado, sociedad civil y academia. Cada uno de estos sectores juega un papel importante en el camino del emprendimiento.
Varias son las referencias de una correcta aplicación de una estrategia colaborativa en el ecosistema de emprendimiento chileno. Fracción, por ejemplo, es una farmacia online justa y honesta.
En un inicio su propósito fue aumentar el acceso a los medicamentos a la población. Entraron en sus etapas tempranas a un programa de acompañamiento de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de su Laboratorio de Innovación Social, donde recibieron apoyo para su emprendimiento.
Este programa llamado Colab UC permitió otorgar financiamiento a Fracción a través de un fondo de Corfo y recibir ayuda profesional a través de la red de mentores de Simón de Cirene. En su gestión, incluyeron las farmacias independientes como un actor clave dentro de su modelo de gestión considerando como una alianza clave para la distribución de sus medicamentos y lograr así su objetivo de aumentar el acceso a medicamentos.
No hay duda de que tener una estrategia colaborativa con el ecosistema puede aumentar los desafíos de los emprendimientos.
En busca de avanzar en conjunto hacia un desarrollo socioambiental sostenible del país desde el emprendimiento y la innovación