Puedes probar con estas búsquedas
La preocupación por los derechos de las personas mayores constituye una temática cada vez más visible y relevante. En este blog nos centraremos en profundizar en este tema y visualizar algunas de las acciones orientadas a promover derechos y prevenir el maltrato hacia las personas mayores.
Como sabemos, todos los seres humanos somos sujetos de derechos y deberes independiente de nuestra edad, sexo, creencias, etnia, entre otras. Esto significa que cada persona merece ser reconocida como individuo y también como integrante de una comunidad y sociedad sobre la base de principios universales fundamentados en el respeto y la dignidad.
No obstante lo anterior, sucede que la edad, como categoría que ordena nuestro ciclo vital, ha condicionado especialmente a ciertos grupos humanos en el ejercicio pleno de sus derechos, entre ellos, al de las personas mayores. Uno de los efectos más relevantes de esto se relaciona con el edadismo, que como hemos señalando en otros blogs, hace referencia al conjunto de estereotipos, discriminaciones y actitudes prejuiciosas que se gestan por cuestiones de edad. Según estudios realizados en el tema, en Chile se arraiga culturalmente un fuerte edadismo, que asocia lamentablemente a la vejez con enfermedad, pasividad y fragilidad. Lo anterior además se ha acompañado de políticas que han visualizado a la población adulta mayor como objeto de protección y amparo por parte del Estado, las familias y la sociedad, en donde podemos encontrar por ejemplo el bajo acceso a la información y consentimientos en materias de salud o la planificación urbana no amigable.
A través de estos antecedentes podemos ver que envejecer en nuestro país puede llegar a convertirse en una etapa compleja y desafiante de vivenciar, por lo cual la necesidad de desarrollar acciones o estrategias que contribuyan a la reivindicación y reconocimiento de sus derechos se convierte en algo imprescindible.
Un hito relevante orientado a disminuir las brechas existentes se observa en los últimos años a través de la ratificación, por parte del Estado chileno, de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, instrumento que establece mecanismos específicos para garantizar aspectos como la calidad de vida, bienestar, salud y seguridad social que logren asegurar el pleno ejercicio y goce en condición de igualdad de los derechos de las personas mayores. En este sentido los principios contenidos en este tratado deben orientar al Estado en la elaboración de leyes, políticas sociales, programas y fomentar la producción de un giro cultural, social e institucional el cual contribuya a resolver el desequilibrio y desigualdad en el cual este grupo etario se encuentra inmerso como también favorecer que emerjan nuevas miradas de la vejez más positivas y desde su heterogeneidad y realidad.
Promover y proteger los derechos, así como también prevenir las situaciones de maltrato hacia las personas mayores es un esfuerzo que no solo le corresponde al Estado o a las instituciones sino que a la sociedad en su conjunto, es decir a todos/as nosotros/as. En el despliegue de estas acciones, el rol de las personas mayores no puede quedar invisibilizado o relegado a ser espectadores/as de estos procesos, sino al contrario deben adquirir un rol activo y protagónico que les permita movilizarse, individual y colectivamente, ejerciendo ciudadanía en condición de igualdad. El empoderamiento y conocimiento de sus derechos serán elementos fundamentales para lograr dicho propósito.
Entre las acciones que involucran de forma activa a las personas mayores en la promoción y protección de sus derechos podemos encontrar:
Puede definirse como la búsqueda de la cooperación, integración e intercambio entre personas de diferentes generaciones. Esta interacción colaborativa puede darse en los espacios familiares, en los cuales conviven personas de diferentes edades como también en aquellos extrafamiliares como el vecindario, trabajo, comunidad y el territorio.
¿Por qué es tan importante que exista solidaridad intergeneracional en nuestra sociedad?
En nuestro país, se han implementado experiencias de promoción del intercambio intergeneracional y que han tenido a las personas mayores como protagonistas, un ejemplo destacado de ello lo constituye el Programa Voluntariado País de Mayores (Servicio Nacional del Adulto Mayor SENAMA) el cual busca promover la integración social y las relaciones intergeneracionales de personas mayores y niños y niñas de familias en situación de vulnerabilidad del sistema de Protección Social.
Las personas mayores que participan de este programa ejercen labores de voluntariado destinado a entregar conocimientos y experiencias para que los y las estudiantes mejoren su rendimiento escolar involucrando a sus familias en el proceso educacional. A través de la ejecución de esta iniciativa, las personas mayores han fomentado su participación social y comunitaria como también una imagen positiva de la vejez. Si te interesó esta iniciativa puedes encontrarla al final de este blog en las lecturas recomendadas.
En este ámbito cabe destacar que además del rol que el Estado debe tener en su promoción y refuerzo, será muy importante que como personas reconozcamos y valoremos, en nuestro día a día, la solidaridad intergeneracional como uno de los pilares básicos de la interacción y colaboración entre personas de diferentes edades.
Para todas las personas la participación social es un factor que protege y promueve la salud tanto mental como física. En particular, para las personas mayores además puede representar un importante motor de empoderamiento y concientización de sus derechos. Según cifras de SENAMA, más del 35% de las personas mayores participa en organizaciones sociales, porcentaje mucho mayor a la participación de la población entre 15 y 59 años la cual alcanza el 25%. Entre las organizaciones en las que participan las personas mayores destacan Juntas de Vecinos u otras organizaciones territoriales, organizaciones religiosas, agrupaciones de personas mayores, Clubes Deportivos entre otros. Una de las formas más reconocibles en este ámbito son las organizaciones de personas mayores que en nuestro país llegarían a ser más de 13 mil.
Un ejemplo menos conocido de participación en las personas mayores lo constituyen los Consejos de Residentes, organizaciones que pueden conformarse al interior de los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) cuyo objetivo es promover el ejercicio de los derechos y su participación en el funcionamiento de la residencia al constituir un espacio de exposición de inquietudes, dudas y mejoras. Los consejos de residentes son espacios voluntarios e inclusivos en donde todo residente puede participar independiente de su nivel de dependencia. Si quieres saber más sobre los consejos de residentes, revisa las lecturas recomendadas y encontrarás más información.
Como podemos apreciar las personas mayores participan de forma activa en las organizaciones sociales y en mayor proporción que otros grupos etarios. Si bien en los últimos años, la expresión de esta participación se vió profundamente mermada por las restricciones sanitarias de la pandemia del COVID-19, en la actualidad la disminución de las medidas ha permitido reactivar estas instancias, por lo tanto las personas mayores pueden volver a participar, tomando los mismos resguardos que cualquier persona.
Y tú ¿Conoces otros espacios o acciones de promoción de derechos que involucren la participación activa de las personas mayores? Si es así comparte y promueve estas iniciativas.
Finalmente, recordemos que:
Para promover los derechos de las personas mayores y prevenir el maltrato todos y todas debemos:
Si te gustó el tema, te invitamos a revisar:
Consultora en terreno Región de Valparaíso Proyecto Por un Bien Mayor
consultorvalparaisosocial@simondecirene.cl